miércoles, marzo 10, 2010

Huesuda

Roce
de telas
antiguas
primitivas

Así
sugería
difusa
presencia

La busco
anhelante
sé que está
rondando
rodeándome
en vértigo
seductor

Sonrisa
perpetua
amarillenta
aliento
viejo
dulce
marfil

bajo telas
añejas

Nunca imaginé
placer
tan cálido
tan frío
rasgo
velo negro
deseoso

por fin toco
nudosa madera
asciendo
hasta
fríos
tarsos

Después
duro acero
fino
pero dulce

No demora
el éxtasis
mientras la
hoja se
hunde en
mi carne

1 comentario:

Cecilia Díaz Cárcamo dijo...

Querido amigo, en esta economía de versos huelo un exquisito sátiro, sobre todo, ya para la última estrofa. Me gustó mucho.

Cecilia Díaz.