domingo, enero 10, 2010

Todo gris, todo

Todo gris
todo
cubierto
de polvo
denso
muerto

Camino en
medio de
una atmósfera
insípida
vacía

Mis pasos
no suenan
mi corazón
no late
mi sangre
no fluye

Las flores
del parque
no perfuman
No percibo
olores
ni sonidos

Camino
por el
polvoriento
lugar
las persianas
se mueven
El viento
que las
empuja
no se oye
no silba
Como mano
invisible
las agita
con violencia
las rompe

Me dirijo
al mostrador
caminando
en silencio
sin ruido

Sobre el
mármol
ni frío
ni tibio
un plato
contiene
un trozo
de algo
blando y
duro

Mi mano
(mía?)
lo alza
hacia
la boca
que lo
recibe
lo moja
con sequedad
lo muerde
sin dividirlo
lo estruja
sin aplastarlo
lo saborea
insípido
y
abruptamente
lo devuelve
blando
y duro
alejándose
con sus
pasos
golpeando
silenciosos
pasando
frente a
las celosías
locas casi
destruidas
por el vaivén
de aquél viento
enfurecido
y tieso

Retrocedo
avanzando
por el polvo
sin sonidos
sin olores
sin sangre
sin pulso
sin latidos

Vengo
voy
sin sonar
insípido
muerto
denso
de polvo
cubierto
todo
todo gris
todo

2 comentarios:

Paula Einöder dijo...

Me gustó tu prosa poética. Creás buenas atmósferas: cargadas, opresivas, se hace difícil respirar! Este poema tiene una estructura narrativa pero igual tiene elementos de la poesía como el uso de las repeticiones, versos cortos, etc. Espero que sigas escribiendo y poder seguir leyéndote! Abrazo.

Laurel dijo...

Me ahogo en estos textos, me movilizan demasiado, la muerte, la vemos de formas tan!!!! distintas, la muerte para mi es un paraíso de paz que no temo visitar.
Besos, pude entrar a tu blog luego de tanto tiempo.
Gracias por tus palabras en el mío, me hacen bien.